.
Revista 1092 Testigos al impulso del Espíritu Santo
Justo antes de ascender al Padre, Jesús les dijo a los discípulos «Cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos (...)» (Hch 1,8). Así pues se es testigo de Jesucristo no por decisión personal, sino por vocación y envío del mismo Jesús, y por el dinamismo que el Espíritu Santo suscita en interior del creyente.