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Revista 1077 Dimensión mística del cristiano y de la Familia de la Cruz
«No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro (...) con una Persona» (Benedicto XVI). Solamente el encuentro con Jesucristo crucificado enciende el corazón, suscita la conversión y dirige la vida. Es la dimensión mística la que da color, calor, aroma sabor y melodía a la vida cristiana.