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Revista 1067 Sacerdocio común
Todos los cristianos somos sacerdotes: por el bautismo participamos del sacerdocio de Jesucristo. Nuestra misión es colaborar con Jesucristo, para que su salvación llegue "hasta los confines de la tierra" (Hch 1, 8). Con él y como él, somos puentes entre Dios y la humanidad; esto exige total pertenencia a Dios y la solidaridad con lo humano. Y, al igual que Jesús, tenemos que pagar en carne propia el precio de la mediación.
Impulsados por el Espíritu Santo realizamos nuestra misión sacerdotal: ofrecemos a Jesús al Padre y nos ofrecemos juntamente con él (LG 11), anunciamos el evangelio, hacemos presente el Reino y entregamos la vida por los demás.
Como sacerdotes de nosotros depende que la salvación de Jesucristo llegue "a toda la creación" (Mc 16, 15) y que la alabanza y la acción de gracias de todas las criaturas llegue a la Trinidad.